Al estar en el jardín disfrutando del sol se me acercó un gato callejero, al cual ya conozco dado que viene cada pocos días.
Pero me hizo preguntarme si los gatos pueden dormir fuera y que riesgos puede tener dejar que un gato lo haga?.
¿Entonces, los gatos pueden dormir fuera? Depende, si el gato ha podido disfrutar de una vida híbrida entre estar en casa y pasar tiempo fuera, la respuesta es sí, pero si el gato es puramente doméstico y apenas sale de casa, no se debe dejar dormir al gato fuera, dado que el pelaje y el instinto del gato tienen que estar preparados para pasar tiempo fuera.
¿Por qué es importante que el gato tenga una cierta rutina con salir de casa para que pueda dormir fuera? ¿Y hasta que temperatura es aceptable que mi gato se quede fuera de casa?

Lo que un gato tiene que tener para poder pasar noches fuera
Para que un gato pueda dormir afuera tiene que cumplir ciertos factores, para minimizar el riesgo de que le ocurra algo.
En primer lugar es importante mencionar que los gatos callejeros tienen una esperanza de vida mucho menor que un gato doméstico, por razones obvias.
Si quieres informarte más acerca de la esperanza de vida de los gatos y la diferencia de dicha esperanza entre los gatos salvajes y los domesticos, pásate por este articulo!
La importancia del instinto del gato
Pero los gatos salvajes tienen el instinto muy bien desarrollado, dado que tienen que estar continuamente cazando, defendiendo su territorio, estando en alerta, etc.
Cuando adoptamos un gato desde pequeño, sus instintos, si no le dejamos salir de casa, se van atrofiando poco a poco.
Aunque nuestro gatito adoptado esté intentando desarrollar sus instintos mediante sus largas horas de juegos, obviamente no le proporcionará el mismo desarrollo del instinto que si estuviera en la vida salvaje teniendo que buscarse la vida.
Con esto no quiero decir que sea malo tener gatos puramente domésticos. Tenemos que tener en cuenta que los gatos domésticos disfrutan de una seguridad que hace que esperanza de vida se duplique si les cuidamos bien.
Si un gato no tiene sus instintos perfectamente desarrollados pasaran varias cosas:
- calculará mal los peligros: Por ejemplo por otros animales, coches, alturas, etc
- Su instinto no le protegerá demasiado bien respecto de qué cosas puede y qué cosas no puede comer
- Su estado de alerta no será tan alto como el de un gato salvaje
Si por ejemplo un gato puramente doméstico sale de casa y se sube a un árbol, al bajar más tarde no sabrá exactamente si es peligroso o no saltar de dicha altura hacia abajo, con lo que, si es una altura considerable, puede lastimarse por esta falta de autocrítica necesaria.
Cuando adoptamos un gato desde pequeño, sus instintos, si no le dejamos salir de casa, se van atrofiando poco a poco.
Un gato salvaje en cambio, sabrá mucho mejor calcular si la altura de la que quiere bajar puede llegar a ser peligrosa para él o ella, y si lo es, buscará otras formas de volver a bajar.
La importancia del pelaje del gato
El pelaje es otro instrumento muy importante con el que cuentan nuestros gatos para protegerse de las temperaturas bajas y mantenerse así calientes.
Un gato salvaje o un gato híbrido que pasa todos los días un rato fuera de casa está acostumbrado a los cambios de tiempo y su cuerpo se percata de la llegada del invierno, por lo cual su cuerpo empieza a prepararse para el invierno haciendo más voluminoso el pelaje del gato.

Gracias a esa preparación los gatos salvajes o híbridos pueden aguantar mucho mejor las temperaturas bajas.
Un gato en cambio puramente doméstico no tiene la misma forma de preparación que un gato salvaje o domestico con costumbre de salir de casa diariamente.
La razón es que no se dan cuenta del cambio de temperatura. Al estar continuamente en casa, estos gatos están expuestos a la misma temperatura diariamente y durante todo el año, tal vez con pequeñas variaciones insignificantes de unos pocos grados.
Un gato puramente doméstico no tiene la misma forma de preparación que un gato salvaje o domestico con costumbre de salir de casa diariamente.
Si un gato puramente doméstico que apenas ha podido salir de casa en todo el ano, de repente sale en invierno, no aguanta bien el frío, dado que su pelaje no se ha preparado haciendo crecer mucho más pelo en el cuerpo.
¿Con qué temperatura empieza a tener frío un gato?
Esto depende de varios factores. En primer lugar depende de lo que acabo de escribir.
Si el gato está acostumbrado a pasar tiempo fuera diariamente, se prepara mejor para las épocas invernales y frías que un gato doméstico puro.
Pero también depende de la raza de gato, un gato Bosque de Noruega está mucho mejor preparado a soportar temperaturas más frías que un gato común europeo.
Esto significa que en gran parte también depende de la genética, un gato bosque de noruega ha tenido que acostumbrarse durante generaciones a épocas muy frías, lo que causó que los genes de los descendientes cada vez más intentarán perfeccionar el pelaje del gato para aguantar el clima.
Un gato europeo, aunque también tuvo que acostumbrarse a épocas frías, no lo hizo tan intensamente como un gato Bosque de Noruega que, como su nombre bien dice, proviene de Noruega.
Si el gato está acostumbrado a pasar tiempo fuera diariamente, se prepara mejor para las épocas invernales y frías que un gato doméstico puro.
Un gato acostumbrado, cuyo pelaje se ha podido ir preparando al invierno, debería poder soportar una temperatura de hasta 0 a -1 grados. Aunque también varía en cada raza de gato en cada gato en sí.
Un gato no acostumbrado en cambio, cuyo pelaje no ha podido prepararse para el invierno, no aguantaria dichas temperaturas, pudiendo enfermermarse por culpa de ello con un resfriado u otras patologías más graves.
La posibilidad de aguantar temperaturas bajas también depende de la alimentación. Si el gato no está bien alimentado no importa que el pelaje se haya estado preparando para el frío, tampoco le será posible aguantar el frío.
Peligros de que gatos duerman fuera
Aquí también podría volver a diferenciar entre gatos puramente domésticos y gatos híbridos, pero realmente ambos están expuestos a los siguientes peligros, aunque los híbridos, obviamente menos que los puramente domésticos.
Posibles peleas de nuestros gatos con otros animales
Los gatos son muy territoriales, cuando otro animal se acerca al sitio en el que ellos están, van a intentar protegerlo, lo que causará que pueda llegar a haber una pelea de la que nuestro gato pueda salir herido.
Esto es sobretodo peligroso si no son otros gatos, sino que otros animales quienes se acercan.

Pero también otros animales cuentan con un instinto de protección territorial, lo que puede causar que nuestro gato se acerque demasiado a un territorio que esté salvaguardado por otro animal, que probablemente no dudará en enfrentarse al gato para defender su territorio.
La posibilidad de que se pierda un gato
Esto cuenta sobretodo para aquellos gatos que no han salido mucho. Cuando un gato no conoce demasiado bien su territorio y, encima empieza a alejarse mucho de casa, puede ocurrir que se llegue a perder.
Aunque aquí tengo que advertir de que por suerte los gatos son muy inteligentes, por lo que, aunque puede ocurrir, la mayoría de los gatos encontrará la vuelta a casa con facilidad.
Peligros modernos a los que se enfrentan los gatos fuera
Con peligros modernos me refiero a peligros causados por nosotros, los humanos.
Una de las principales razones de fallecimiento de los gatos salvajes, lamentablemente son los atropellos con coches.
Aunque un gato esté en alerta continuamente y lleve saliendo de casa diariamente desde hace mucho tiempo, sigue corriendo el peligro de ser atropellado por un coche, una moto, o hasta una bicicleta.
Esto tiene que ver con que los gatos, aunque son buenisimos calculando para cazar, sobretodo cuando sus instintos están perfectamente desarrollados, no calculan a la perfección la velocidad de los objetos como coches y demás.
Una de las principales razones de fallecimiento de los gatos salvajes, lamentablemente son los atropellos con coches.
Esto puede causar que por un fallo de cálculo el gato no llegue a tiempo al otro lado de la carretera y el coche, como consecuencia, lo atropelle.
¿Y si dejo dormir a mi gato en el jardín?
Dejar al gato dormir en el jardín sería una opción para minimizar todos los riesgos que he mencionado anteriormente, pero hay que tener en cuenta que los gatos son muy ágiles.
Consecuentemente podrán con toda probabilidad saltarse la valla del jardín y escaparse al exterior.
Conclusión
Yo personalmente opino que los gatos domésticos acostumbrados a salir casi a diario, generalmente no les pasa nada si se quedan una noche fuera porque no hayan vuelto.
Pero todo lo que no sea que un gato acostumbrado a la vida salvaje no haya vuelto voluntariamente, no lo recomiendo.
Sobretodo los gatos puramente domésticos deberían quedarse sí o sí dentro de casa, no están preparados para enfrentarse a todos los posibles peligros que les espera fuera de casa.
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